Sé influenciado por la palabra De Dios, no por el temor.

El temor es un obstáculo para lo que Dios quiere hacer en tu vida.

Un ejemplo de esto lo encontramos en el libro de Éxodo, vemos como el pueblo de Israel le dió lugar al temor y sufrió sus consecuencias. El Señor los había sacado de Egipto con poder, milagros y prodigios; liberándolos de una esclavitud de más de 400 años.

El había prometido al patriarca Abraham sacar al pueblo de la esclavitud a la que un día serían sometidos en Egipto y al hacerles esa promesa, les dijo que les iba a dar tierras fructíferas, propiedades, etc.

Mas ellos camino a esa tierra decían: Ojalá y hubiéramos muerto por manos de Jehová en la tierra de Egipto, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud. Éxodo‬ 16:3

También decían: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros y a nuestros hijos y a nuestros ganados? Éxodo 17:3 

¡Esto era el temor hablando!

Y aunque el plan del Señor para ellos era que entraran a la tierra prometida, el temor de este pueblo se lo impidió.

Por lo tanto: Déjate influenciar por lo que dice la palabra de Dios y podrás entrar en tu promesa, tal como lo hicieron Josué y Caleb quienes confiaron en Dios y de entre los que salieron de Egipto fueron los únicos en entrar a la tierra prometida. Números 14:30

Para ser influenciado por la palabra de Dios es necesario

meditar en su palabra y en sus promesas.

Si no sabes exactamente cómo hacerlo, simplemente recuerda:

¿En alguna ocasión has estado preocupado debido a que estabas en una situación adversa ?

Entonces sabes que estabas preocupado(a) debido a que pensabas constantemente en la misma situación, a tal punto que podías pensar en lo mismo una y otra vez aún cuando ya no querías pensar en ello.

Pues bien; con la misma insistencia que se piensa en algo que a la larga se convierte en preocupación, así también, meditar en la palabra de Dios requiere la misma diligencia; pensar constantemente en lo que Dios ha dicho, hasta que lo pienses involuntariamente y se haya vuelto parte de ti.

Podrías comenzar meditando en los siguientes versículos:

Isaías 41:10

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Salmo 23: 4 

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

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Juan 14:1 

No se turbe vuestro corazón;creéis en Dios, creed también en mi.

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